A punto de completarse un mes de la intervención internacional a Libia la misión, que ahora dirige la OTAN, despierta algunas críticas y dudas. La poca claridad en los objetivos tácticos de esta operación y errores de cálculo, hacen aún más imprevisible el futuro de una misión que se inició c bajo el respaldo de la resolución 1973 de la ONU, con el fin de proteger a los civiles de los ataques de las fuerzas leales a Kadafi.
Entrevistado: Pablo Lacoste, profesor de Relaciones Internacionales.
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